Un laberinto es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en el mismo. Esto reza el diccionario sobre su significado.

Para mí un laberinto es la vida, las múltiples opciones, los numerosos caminos que esta nos presenta para alcanzar el objetivo común a todos: vivir.

Esta es una muestra muy pequeña ya que es un proyecto en proceso de desarrollo y no se a donde me va a llevar. Todas las obras de esta serie tienen en común que están formadas por cuatro piezas en papel de 70 x 70 cm. Cada trabajo se caracteriza por la aparente repetición de elementos con variaciones de color. Dos cuadrados. Uno girado dentro de otro. Las cuatro piezas son iguales, pero giradas. Todo es estable y silencioso pero a la vez se mueve.

Represento la aventura de un sueño en el que todo está quieto, pero tienes la sensación de que, a la vez, hay un movimiento que hace que los caminos aparezcan y desaparezcan. Cambien de lugar las formas… Así es la vida, en ocasiones, parece que cambia pero no; en otras crees que no ocurre nada, pero resulta que sí.